domingo, 29 de septiembre de 2013

Adios.

Me enseñaste que podía sentir, me mostraste como soñar, me pusiste a divagar en una idea de amores, cuentos, fantasmas y posibilidades; me mostraste un mundo de afectos, de emociones, dolor y amor hechos uno, divergentes; soñé contigo muchas veces, pensé en ti innumerables veces, imaginé un futuro a algo que no lo tenia, quise sentirte y nunca olvidarte; y ahora solo pido un poco de amnesia, quiero olvidar todo, lo que sentí, lo que pasó, quiero desprenderme de tu recuerdo, tan sencillo como eso. Pues no busco odiarte, ni sacarte de mi vida, busco obviarte y olvidar de mi memoria los recuerdos afectivos ligados a tu imagen y tu cuerpo. Agradezco por sentir, incluso las dosis de dolor, la rabia a causa de la ignorancia y la inocencia manifestadas al respecto; Pero sobre todo agradezco, que mataras mi fe en las posibilidades de creer en alguien respecto al tema, porque querer a alguien simplemente por querer, sin la reciprocidad que requiere el querer es un absurdo, es solo acompañar la soledad de otro mientras llena su corazón con una dosis de amor hacia otros. Espero dejar a un lado todas las estupideces que sentí, que pensé y que imaginé, y perdonarme todos los errores que cometí hacia otros tratando de borrar los rastros de mi contacto contigo. No te diré hasta luego, te diré Adios.